HISTORIA DE LA RENOVACIÓN CARISMÁTICA CATÓLICA EN CUBA

     

1.-Surgimiento

 

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Los primeros grupos se iniciaron en 1975 en la Arquidiócesis de La Habana, por la religiosa canadiense Hna. Eliette Gagnon, Misionera de la Inmaculada Concepción y en la Diócesis de Matanzas por el P. Iván Berguerón, de los Padres de Misiones extranjeras de Canadá. Sin embargo sólo perseveró un grupo en La Habana, debido a la fuerte reacción que hubo en ciertas personas y círculos de la Iglesia rechazando y juzgando muchas veces sin un conocimiento real de lo que sucedía en estos grupos.

Las causas de esta situación pudiéramos resumirlas así:

 

1.-El desconocimiento que había con respecto a la Renovación.

2.-EI aislamiento y la falta de conocimiento de las cosas que sucedían en el resto del mundo y la Iglesia.

3.-La situación muy tensa entre la Iglesia y el Estado.

Por más de diez años funcionó en la parroquia del Corpus Christi, en La Habana, el único grupo de oración que perseveró a pesar de dificultades, críticas, etc. Este grupo lo formaban personas de distintas iglesias y parroquias de la ciudad y por un excesivo cuidado "para no escandalizar" prácticamente se suprimieron las manifestaciones carismáticas que fueran más llamativas. Se impartió un Seminario de Vida en el Espíritu Santo, pero sin decirnos qué era aquella experiencia, ni siquiera nombrar la Renovación Carismática. Algunos recibimos el Bautismo en el Espíritu Santo siendo transformadas nuestras vidas y comenzaron a manifestarse tenuemente los carismas y frutos del Espíritu Santo.

Luis F. Entrialgo P. y su esposa María Elena Vega Boleda asumen la responsabilidad del Grupo de Oración de La Habana. La primera reunión bajo su responsabilidad ocurre el 17 de mayo de 1984. En ese el grupo estaba formado solo por cuatro miembros.

En julio de ese año se inició otro grupo en un templo cercano, la Iglesia de San Antonio de Padua, pero pronto se desvió por la influencia de Pastores Pentecostales y Evangélicos sobre sus responsables. Como ellos se autodenominaban "carismáticos" comenzamos a investigar qué era aquello. Por esos días cayó en nuestras manos el único libro que hablaba de la Renovación Carismática: "Yo Hago un mundo Nuevo"' del P. Walter Smet, sj., con Prólogo del Cardenal Suenens. Estudiando este libro nos dimos cuenta de que lo que pasaba en aquel grupo no concordaba con lo que explicaba el libro que era la auténtica Renovación Carismática Católica, pero al mismo tiempo la experiencia que habíamos iniciado años atrás la veíamos retratada en el libro. Fue entonces cuando tomamos conciencia de que estábamos viviendo la Renovación Carismática.

2. Multiplicación

   

En febrero de 1986 se realiza el Encuentro Nacional Eclesial Cubano (ENEC). Primera reunión de la Iglesia cubana a nivel nacional desde el comienzo de la Revolución Socialista.

Sin que nadie lo planeara, comienzan a multiplicarse los grupos por toda la diócesis de La Habana. Dos meses después eran cinco Grupos de Oración. Seis meses después ya eran 20 grupos.

El 6 de abril de ese año se realiza el primer Encuentro Arquidiocesano al que asisten unas 80 personas y poco después se iniciaron los encuentros de formación de los responsables de los grupos.

El 4 de agosto se presenta al Arzobispo un informe acerca de los Grupos de Oración. Poco después Luis F. Entrialgo P. asiste en calidad de invitado al Consejo Pastoral Diocesano donde lee un resumen del informe entregado al Arzobispo. Tuvo una buena acogida en general. Causó asombro a algunos, alegría a otros.

En 1988, se entrevista por primera vez Luis F. Entrialgo P. con el Arzobispo de la Habana, Mons. Jaime Ortega Alamino, quien le encomienda que siga animando y coordinando los grupos en la diócesis. En abril comienza a publicarse el boletín trimestral de la Renovación: JESUS VIVE.

3. Alcance

   

Actualmente está presente en casi todas las diócesis del país. Miles de prersonas han visto sus vidas transformadas. Participan sacerdotes, diáconos, religiosos, religiosas, matrimonios, jóvenes, obreros, profesionales, etc.

El 22 de febrero de 1989 fue aprobado por el Arzobispo el Equipo de Coordinación Arquidiocesano de la Renovación.

La Renovación en Cuba se ha ido desarrollando y creciendo por la fuerza incontenible del Espíritu Santo. Son muchas las comunidades eclesiales y parroquias que se han visto renovadas, miles las personas que proclaman que Jesús está vivo. Hay diáconos permanentes y sacerdotes que se han visto fortalecidos en su ministerio a través de esta corriente de gracia.