Situación Cubana


  Cuba está atravesando por un período de aguda crisis económica, social, energética, etc. Hay escacez de muchos productos básicos. El Petróleo escasea y la transportación de personas se torna difícil ya que por lo menos el 85 % de la población tiene que trasladarse, mediante ómnibus estatales (son insuficientes), o en bicicletas a veces recorriendo muchos kilómetros de distancia. Hay interrupciones en el fluido eléctrico, etc. Aunque los trabajadores cubanos cobran su sueldo en moneda nacional (peso cubano), muchos productos necesarios, generalmente sólo pueden adquirirse con dólares estadounidenses.

Por otro lado, las Iglesias evangélicas, generalmente agresivas contra la Iglesia Católica, envían no pocas veces, a personas que se introducen en los templos católicos para captar a las personas que acaban de acercarse, confundiéndolos y arrastrándolos a sus cultos. Como disponen de grandes recursos financieros que reciben del exterior, ofrecen comida y ropa a la gente para atraerlos. También, tienen gente preparada en el extranjero para que apenas exista la oportunidad, enviarlos a Cuba en grupos grandes de evangelizadores. Mientras que a ellos se les ha permitido comprar e instalar varias imprentas, la Iglesia Católica sólo puede disponer de arcaicos Mimeógrafos o Fotocopiadoras (encarecen los costos) para sus publicaciones, que mantiene gracias a donativos de entidades internacionales como Adveniat, etc. La Renovación no recibe ayuda económica de ninguna de esas organizaciones.

Cuando las seguridades humanas se van derrumbando, la gente comienza a buscar a tientas un camino de salvación. Es aquí donde reconocemos que en medio de los sufrimientos de nuestro pueblo estamos ante un Kairós, un tiempo de gracia que quizás no se repita igual y que no se debe desaprovechar.

¿Podemos permitir que Cuba se convierta en protestante por falta de recursos y dinero, o por falta de la ayuda de otros países católicos?

Creemos que sólo poniendo en el corazón de los cubanos a Cristo se podrá constituir un pueblo verdaderamente próspero y con la paz que sólo viene del Señor.

Creemos que como Católicos y como Renovación Carismática tenemos la obligación de colaborar con el Señor para crear un pueblo de alabanza. Cuando todo un pueblo eleve su clamor de alabanza a Dios no habrá murallas de Jericó que se resistan.
 
1