El mundo entero fue testigo de la muerte de la Madre Teresa de Calcuta; millones de personas, sin importar la raza, el color o la religión, seguimos el entierro de una mujer que entregó su vida a Los pobres par amor a Jesucristo. Sin duda, la Madre Teresa recibió un don del Espíritu Santo: el amor!

Pobreza

En recientes reuniones del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo he podido escuchar a expertos en finanzas decir que el desarrollo económico debe estar unido al desarrollo humane y social; se habla de la superación de la pobreza como el desafío del nuevo siglo.

Este también debe ser el desafío de Los carismáticos.

Dones que cambian el mundo

En la RCC estamos muy familiarizados con Los dones del Espíritu o mejor, con algunos dones del Espíritu: Lenguas, profecía, sanación, enseñanza... Hay otros dones del Espíritu que, sirviendo para la edificación de la Iglesia, contribuyen a la transformación del mundo: La solidaridad, la justicia, la caridad...

Ciertamente, se puede afirmar que la RCC no es ajena al compromiso social; ésta es una acusación injusta de otros sectores de la Iglesia hacia la RCC. Por todo el mundo se ven programas y obras sociales nacidas y promovidas al interior de la RCC. Servicio a Los ancianos, a Los presos, a Los enfermos, a Los carentes de educación, de empleo, de vivienda, apoyo a Los minusválidos, a Los portadores del VIH/SIDA... Hechos concretos que demuestran el amor de Los carismáticos a Los pobres.

1998, el año del Espíritu Santo

En 1998, año del Espíritu Santo, nos unirnos en una solo oración: para que el Espíritu de Dios nos concediera el don del amor; un amor que nos lleve a renunciar a nosotros mismos para "darle vida" a nuestro prójimo; un amor que desvanezca nuestros egoísmos para que otros logren sobrevivir; un amor que arda constantemente hasta que arrase con nuestro pecado; un amor que brille ante el mundo para que crea que Jesús está viva.

Abriendo caminos

Dice Pablo: "Voy a mostrarles un camino más perfecto todavía". Sabemos que todos Los dones y carismas son muy importantes; sin embargo, en la RCC debemos transitar par el "camino más perfecto". Abrir nuestro corazón al hermano pero, especialmente, al hermano pobre, abrir nuestra casa a Los demás pero particularmente a Los pobres, abrir nuestros grupos o comunidades a otros pero particularmente a Los pobres, abrir nuestras naciones a otros países pero fundamentalmente a Los países más pobres.

El amor como ministerio

El compromiso social es un imperativo para la RCC; repito, el compromiso social existe en la RCC pero se hace necesario desarrollarlo como un don y volverlo, efectivamente en ministerio eficiente. Para ello se requiere suplicar el don del amor y tener la absoluta decisión de seguir a Jesús y gastar lo que nos queda de vida al servicio de Los pobres. Así Los carismáticos habremos contribuido al desafío del nuevo siglo y habremos aprendido la lección de Dios, a través de Teresa de Calcuta.

El año del Espíritu Santo se celebró invocando su presencia para la Iglesia y el mundo; permitamos también que su amor, engendre en nosotros la vida de Jesucristo para Los pobres.

Pe. Camilo Bernal Hadad, CJM 1